¿Por qué me siento CULPABLE?

La definición de culpa es “sentimiento de responsabilidad por un daño, causado por una acción u omisión”. Sano y funcional. Pero es que tú te sientes mal…

En contexto legal se señala que la culpa ha de castigarse con la PENA. Nuestros pensamientos, cuando les dejamos rumiar y rumiar, generan pena literalmente: hacen que sintamos tristeza y amargura como manera de compensar el daño causado.

Tienes que sufrir porque el otro ha sufrido. Ojo por ojo, vaya.

Convertimos la vida cotidiana en un tribunal, donde nosotros somos acusado, abogado, fiscal y juez. Todo muy “legal”, pero no tienes en cuenta los atenuantes: que haya sido un accidente, que la situación no estuviera bajo tu control o que simplemente te bloqueaste.

La culpa es un sentimiento natural, que proviene de un juicio de valoración interno: “la fastidié e hice daño; fui confiad@ y me dejé dañar”. Nos avisa que hicimos algo que va contra nuestros valores (dañar, molestar, humillar…).

Esta información que proporciona la culpa hay que utilizarla, transformándola en RESPONSABILIDAD: en vez de penar, voy a REPARAR. Se repara mediante el perdón y el aprendizaje, para que no vuelva a suceder.

Si rumiamos demasiado la culpa, ella solita comienza a repartir roles: uno, el VERDUGO y el otro, la VÍCTIMA; esto paraliza, manipula y no aporta solución ni aprendizaje a ninguna de las partes. Solo se estanca y duele.

Si eres prisioner@ de la culpa puede ser por dos motivos: a otra persona le interesa que sientas eso para poder manipularte, o tu mism@ lo estás generando porque no conoces otra manera de purgar el malestar que otros sintieron por tu acción u omisión.

Haces bien en sentirte culpable por no ir al psicólogo sabiendo que lo necesitas, así que sé responsable y hazlo.

Mi nombre es Amelia y soy psicóloga en Cádiz, colegiada Nº 12518.

Amelia Serón Luna – Doctoralia.es
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