Cuando uno se siente perdido, hay dos maneras de reencontrarse:
– Abriendo un mapa
– Usando una brújula
(el gps no cuenta aquí, porque la cobertura va y viene)
Comencemos por el mapa….
Primero, hay que abrir el MAPA VITAL y buscar dónde estamos. Ubicarnos. Si hacemos una exploración visual, nos va a indicar lo que tenemos a nuestro alrededor que pueda servirnos de referencia o interesarnos: personas, lugares, caminos o recursos materiales o sociales. Si la exploración es interna encontraremos: sentimientos, vivencias, percepciones, deseos o miedos.
Así sabremos, por el mapa, si con lo que tenemos es mejor ir a la playa o a la montaña. Si embarcarnos en ElCano o coger un catamarán. Si estudiar oposiciones o emprender. Si seguir con esa persona o romper el vínculo. ELEGIR.
La BRÚJULA se utiliza en los casos en que estamos perdid@s pero sabemos dónde queremos o nos gustaría ir. Si la brújula indica que para ir allí hemos de atravesar esa tormenta, pues nos pondremos chubasquero; si nos lleva hacia el horizonte, donde no se divisa tierra firme, hemos de llevar provisiones, porque se trata de PERSISTIR.
Todos nos hemos perdido por no saber dónde estamos o por no saber hacia dónde tirar. El asunto es identificarlo y utilizar los recursos de que dispongamos.
Recuerda que perderse también es camino. Cuando hayas pasado tres veces por el mismo árbol y estés hech@ un lío, acude al psicólogo; no somos cartógrafos, pero podemos ayudarte a descubrir que tú si lo eres de tu propia vida.
Mi nombre es Amelia y soy psicóloga en Cádiz, colegiada Nº 12518.