Es una locución latina que significa “AQUÍ Y AHORA” y se atribuye al orador Cicerón.
Lo que sucedió en el pasado es importante para entendernos en el ahora. Proyectarnos hacia el futuro lo es también para organizarnos hoy. Pero deben ser escapaditas express, fugaces. Ida y vuelta en el mismo día, o mejor en la misma hora.
Irse de vacaciones al pasado y al futuro o peor, empadronarse allí, nos ancla en sentimientos negativos y nos aísla del presente.
Vivir de manera CONSCIENTE, en el momento en que estamos y haciendo uso de todos los SENTIDOS, es toda una experiencia. Utilicemos los sentidos como un instrumento para estar en el presente: olor, vista, gusto, oído o tacto.
Hacer de ello un hábito y una manera de estar en el mundo es gratificante, saludable y nos aporta serenidad.
Uno de los principios del mindfulness es tener lo que se llama “mente de niño” o de principiante. Es una manera de ver o de ser. La mayoría de los adultos siempre están oscilando entre el pasado y el futuro y usan el presente solo como transbordo. Vivir el instante favorece estar agradecidos y apreciar lo que nos rodea.
El psicólogo es doblemente saludable; se deja decir hola por la calle o al comienzo de todas las sesiones y además cuida tu salud mental. Pruébalo si no lo has hecho aún.
Mi nombre es Amelia y soy psicóloga en Cádiz, colegiada Nº 12518.