
El afrontamiento cambia según el contexto, las demandas, los recursos disponibles y nuestro momento vital. Es un proceso dinámico. Unas estrategias serán útiles en ciertas situaciones y pueden no serlo en otras.
Tipos de afrontamiento ante un problema:
– Enfocado en el problema
– Enfocado en la emoción
– Enfocado en la evitación
Cuando el afrontamiento está centrado en el PROBLEMA, nos esforzamos de manera mental y conductual por controlarlo, mejorarlo o eliminarlo, valorando las oportunidades y los riesgos. Buscamos alternativas y elaboramos un plan de acción.
(Cuando el problema se percibe como controlable).
Cuando el afrontamiento está centrado en la EMOCIÓN, se suele buscar apoyo social o el lado positivo del asunto; se acepta con resignación y se fomenta el autocontrol o la relajación. (Cuando el problema se percibe como incontrolable)
Cuando el afrontamiento está centrado en la EVITACIÓN, aplazamos el momento de hacerle frente; se fomenta la evasión, la distancia emocional o la distracción. Hay personas que utilizan las drogas, el alcohol o incluso el sentido del humor.
Pueden utilizarse los diferentes estilos por fases y ante el mismo problema.
Cada uno hace lo que puede…
Pero… ¿y si eliges el afrontamiento mediante la psicoterapia? Recordemos a Frankl: “Cuando la situación es buena, disfrútala; cuando es mala, transfórmala; cuando la situación no puede ser transformada, transfórmate”.
Mi nombre es Amelia y soy psicóloga en Cádiz, colegiada Nº 12518.