Cuando te dices esa expresión has de saber que el auténtico mensaje que te estás dando es: “no quiero afrontarlo ahora”. Estás evitando hacer cambios.
Puedes elegir si solucionar lo que te angustia o no; incluso cuando no puedes cambiar una situación, puedes elegir cómo vivirla. SIEMPRE HAY ELECCIÓN.
Si tienes una preocupación, un malestar, una espinita, una relación en la que no te encuentras bien, sensación de pérdida de control, necesidad de controlarlo todo… en fin, cualquier tipo de sufrimiento o molestia, no supongas que por dejar pasar el tiempo y mirar hacia otro lado va a desaparecer.
LOS PROBLEMAS NO “SE PASAN” SOLOS. Pasa el tiempo, pero ese asunto permanece.
Nada se resuelve solo; se pospone o se aplaza.
Y cuanto más tiempo pasa, ese pesar va cogiendo musgo y va enraizando en nuestra vida; incluso sucede que lo acabamos normalizando e integrando como un aspecto nuestro más.
Plántate cara, cántate las cuarenta y sácate los colores; zarandéate si es necesario. NO NORMALICES ESTAR MAL.
Hannah Arendt dijo que “la acción es la única facultad humana de hacer milagros”. ACCIÓN. Si no actúas no se pasa. Si no lo afrontas, no mejoras.
¿Y quién no querría mejorar?… solo los canallas de películas y cuentos…. y aquí somos todos héroes….
Mi nombre es Amelia y soy psicóloga en Cádiz, colegiada Nº 12518.